En España es alarmante el fenómeno de obesidad en la población infantil y juvenil, ya que presenta
una de las números más altos solo superada por niños de Italia, Malta y Gracia (2-24 años), situada ya en el 13,9%, y la de sobrepeso, que está en el 12,4%. En este grupo de edad la obesidad es superior en chicos (15,6%) que en chicas (12%). Las mayores cifras se detectan en la pre-pubertad y, en concreto, en el grupo de edad de 6 a 12 años, con una prevalencia del 16,1%.
Evolución
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es internacional y afecta progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en la ciudad. Se calcula que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.
Los niños obesos y con sobrepeso suelen seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más posibilidades de padecer a una edad más temprana enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida se pueden prevenir. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
Causas
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el inestabilidad entre la ingesta calórica y el gasto calórico. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad infantiles es causada por varios factores, tales como:
• El consumo de alimentos hipercalóricos con grasas saturadas y azucares, con escasas vitaminas, minerales y nutrientes saludables.
• La disminución de ejercicio físico ocasionado por las actividades recreativas sedentarias, los cambios de transportes.
La OMS reconoce que la creciente obesidad infantil se debe a cambios sociales. La obesidad infantil se asocia a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero también esta relacionada con el desarrollo social y económico.
Consecuencias
Anteriormente se consideraba que el sobrepeso infantil no era perjudicial, se pensaba que un niño gordo era un niño sano, ahora se sabe que existen problemas inmediatos y futuros asociados con la obesidad infantil. Los malos hábitos de alimentación adquiridos durante la infancia pueden llevar al niño a sufrir sobrepeso u obesidad con consecuencias preocupantes en la edad adulta, principalmente para su salud.
Puede ocasionar también:
• Problemas con los huesos y articulaciones
• Dificultades para desarrollar algún deporte u otro ejercicio físico debido a la dificultad para respirar y al cansancio.
• Alteraciones en el sueño
• Madurez prematura. Las niñas obesas pueden entrar antes en la pubertad, tener ciclos menstruales irregulares, etc.
• Hipertensión, colesterol, y enfermedades cardiovasculares
• Disturbios hepáticos
• Desánimo, cansancio, depresión, decaimiento.
• Baja autoestima, aislamiento social, discriminación.
• Trastornos que derivan en bulimia y anorexia nerviosas
• Problemas cutáneos
• Ocurrencia de diabetes
Según expertos, cuando la obesidad se manifiesta en la infancia y continua en la adolescencia, sin tratarla, probablemente se arrastrará hasta la edad adulta.
Acciones para mejorar la situación desde la escuela infantil
En la escuela se puede prevenir la obesidad promoviendo las buenas costumbres o rutinas. Algunas de las actuaciones que se pueden llevar a cabo en la escuela infantil para prevenir la obesidad, son puntos deseables en todos centros educativos, para la realización de los cuales son necesarias tanto la concienciación de la comunidad educativa como la elaboración de programas y la adjudicación de recursos destinados a ello.
• La escuela debe promover la educación física y la actividad deportiva, dentro y fuera de ésta.
• Las escuelas deberían incluir programas educativos orientados a la mejora de la dieta, la actividad física y la disminución del sedentarismo, que incluyan a la familia y al personal académico.
• Las intervenciones escolares deben ser mantenidas en el tiempo, a lo largo de los cursos escolares y continuadas fuera del ámbito escolar.
• La ingesta alimentaria en la escuela debe ser saludable, incluyendo variedad de frutas y verduras y comidas pobres en grasas y azúcares. Sin embargo, muchos comedores escolares no proporcionan menús equilibrados.
• Se recomienda la implementación de intervenciones multidisciplinares en los colegios e institutos para fomentar el consumo de frutas y verduras en la población infantil y adolescente. Hay una propuesta a nivel europeo para llevar frutas y verduras gratis a los colegios.
• En la escuela es necesario crear un entorno dietético saludable, disminuyendo la accesibilidad a alimentos de elevado contenido calórico (máquinas expendedoras) y facilitando el consumo de alimentos saludables.
• Se recomienda la promoción de la práctica de actividad física en la población infantil y adolescente mediante intervenciones dirigidas a más de un ámbito (escuela, familia), e incluyendo intervenciones ambientales.
• Tanto las familias como los profesionales que trabajan en la escuela deben estar incluidos en los programas escolares de educación sanitaria.
• Se recomienda fomentar actividades en el ámbito escolar dirigidas a disminuir el tiempo destinado a ver la televisión, jugar con videojuegos, el ordenador o el teléfono móvil.
El proceso de aprendizaje de los hábitos alimentarios es especialmente importante durante los primeros años de vida para los niños y niñas ya que, además de facilitar un buen estado nutricional y un crecimiento óptimo, ayudará a consolidar la adquisición de hábitos saludables para cuando llegue a la edad adulta.
La alimentación en la etapa infantil no solamente debe proporcionar energía para mantener sus funciones vitales si no también favorecer unos buenos hábitos saludables para esto contamos con profesionales de los centros de atención primaria que ofrecen concejos alimentarios y las personas responsables de las escuelas infantiles con el objetivo de promocionar la salud, crecimiento y desarrollo de los niños.